Quizás una de las enseñanzas más importantes durante la cuarentena radica en la necesidad de hablar sobre salud mental, infortunadamente, aún persisten distintos estigmas y mitos que impiden generar conciencia y reflexionar sobre el tema. Hablar sobre salud mental es uno de los primeros pasos para cuidarla.
Entender nuestras emociones sin juicios y sin condicionamientos nos permite afrontar diferentes situaciones por muy adversas que parezcan. En últimas, las emociones son respuestas que nuestra mente y cuerpo dan cuando se presentan estímulos internos o externos, nos muestran de qué manera nos adaptamos a nuestro entorno.
Las emociones se pueden catalogar como positivas o negativas: las primeras generan gozo y placer, las segundas angustia e incertidumbre. Sin embargo, todas las sensaciones son necesarias y cumplen un papel en nuestras vidas si las sabemos gestionar.
La inteligencia emocional requiere que seamos capaces de controlar nuestros impulsos, sepamos analizar los sentimientos de las otras personas, manejemos las relaciones de una manera más fluida y pacífica o, en palabras de Aristóteles, podamos ponernos “furiosos con la persona correcta, en la intensidad, en el momento, por el motivo correcto y de la forma correcta”.
Trabajar en nuestra inteligencia emocional incide directamente en términos de salud y bienestar. Justo en este momento se hace indispensable que seamos conscientes de nuestros sentimientos para gestionarlos de la mejor forma, así superaremos esta coyuntura y obtendremos más fuerza y empatía que antes.
El soporte emocional que te brindamos en psicoterapia especializada, nos ha llevado a reflexionar sobre la salud mental de las personas, te compartimos los siguientes insights para cuidar tu salud mental en estos momentos.
Comprender lo que pasa para actuar
Sé consciente de la situación real por la que estás pasando. Sin embargo, no magnifiques ni imagines, apégate a los hechos. Tampoco recurras al otro extremo: pensar que no sucede nada o que no debes seguir las recomendaciones de las instituciones públicas por una tranquilidad excesiva. Cuanta más comprensión tengas de la situación, más herramientas surgirán para afrontarla.
Piensa en términos de probabilidades, no de extremos. De acuerdo con el experto en estrategias digitales e innovación, Nathan Furr, en un artículo para Harvard Business Review, cuando pensamos en términos binarios, sentimos mucha más ansiedad que cuando vemos un panorama completo de las cosas o tratamos de agotar todas las aristas posibles.
Recuerda que las posibilidades están a la mano, siempre existen, tampoco puedes tener el control de todo. Sin embargo, la máxima expresión de libertad que tienes en este momento y, tal vez, tu mejor elección es la forma en cómo abordas la coyuntura, estás en completa libertad de elegir la postura desde donde observas los sucesos. La libertad de tomar un camino y una actitud siempre estará disponible.
Planea el momento sin caer en un afán por predecir
Nuestras rutinas cambiarán, es inevitable, vamos a modificar el estilo de vida que llevamos al pasar tiempo en casa. Eso implica que organicemos bien lo que haremos, cómo y en dónde.
Pero, ojo, esto no quiere decir que tu atención solo debe estar enfocada en el futuro, pues podría generarte incertidumbre pensar en situaciones que no han pasado todavía, o te pasaría algo similar al filósofo francés Michel de Montaigne cuando dijo “mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”.
Céntrate en tu presente, piensa en tus necesidades más inmediatas y construye un horario en donde especifiques las actividades que harás durante el día, si estás acompañado, crea una actividad en donde todos los integrantes de tu familia estén involucrados.
No olvides destinar una parte de tu tiempo para la meditación y la reflexión: ser conscientes del presente nos ayuda a lidiar con el afán de predecir y conocer todo de momento. El miedo y la incertidumbre son emociones naturales que se manifiestan en situaciones como la que vivimos hoy. Sin embargo, los pensamientos impulsados por estas emociones no dejan de ser viajeros en nuestra mente, así que tú puedes marcar su trayecto y guiarlos.
Identificar las situaciones que te generan malestar para protegernos
¿Cuánto tiempo dedicas a consumir información? ¿Crees que podrías caer en una especie de pánico colectivo? ¿En ocasiones te sientes alarmado y abrumado? Es hora de rastrear aquellos instantes que nos hacen sentir decaídos. Así como reconocemos las situaciones que nos ayudan a crecer, debemos identificar las circunstancias que no nos permiten avanzar.
Tampoco ignores los pensamientos que te generan malestar, déjalos estar por un momento en tu mente mientras toman un viaje que, por medio de observación y comunicación efectiva, concluye en el momento menos esperado. Puedes realizar una actividad que te distraiga por instantes para que tu foco de atención cambie.
Fíjate en el lenguaje que utilizas para nombrar las cosas, recuerda que algo existe en la medida en que es nombrado. Las palabras pueden cambiar el estado de las cosas, por eso, si magnificas una situación desde el lenguaje como pésima o lamentable y caes en el catastrofismo, lo más probable es que el suceso se torne como tú lo ves.
Cuida lo que dices y cómo lo dices, esto influye directamente en tu salud mental y bienestar. El lenguaje es una de las primeras instancias que determinan tu inteligencia emocional.
En psicoterapia especializada trabajamos por dar una voz amiga a las personas que puedan experimentar angustia, estrés o incertidumbre en estos momentos. Nos preguntamos cómo podríamos ayudarte y esta propuesta fue la respuesta.
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